El mismo día que el Ayuntamiento de Almería repartía los abanicos de Feria, la Junta de Gobierno Municipal aprobaba la mayor subida del recibo del agua que se recuerda -un 35%-, en una operación que muestra de forma ejemplar hasta dónde puede llegar la política de falta de transparencia del Partido Popular en el Consistorio y, en particular, en torno a la gestión del agua.

En opinión de Aguilar, "el oscurantismo y las estrategias de distracción en redes sociales están marcando el mandato de María Vázquez, pues conocía desde hace meses que esta subida se iba a producir y no la quiso hacer pública, ocultando incluso al PSOE los expedientes a los que tenemos derecho como grupo de la oposición en el Ayuntamiento de Almería". "Oculta y hace gala de una falsa solidaridad porque, además, tampoco es cierto que el Ayuntamiento cubra las tarifas sociales para personas que no pueden hacer frente al pago de sus recibos, pues lo que realmente sucede es que ahora su coste se repercute en el recibo de todos los almerienses", ha indicado.

Los concejales del PSOE ya lo venían advirtiendo y efectivamente así ha sucedido. Según Carmen Aguilar, concejala socialista, "el PP ha preferido meter la mano en el bolsillo de los almerienses antes que aplicar medidas para abaratar la producción de agua desalada, pues desde 2006 se sabía que, tarde o temprano, habría que aumentar el caudal generado por la planta y que ello supondría un aumento en los costes y, por ende, en el importe del recibo".

A su juicio, "los representantes del PP tendrían que haber trabajado en ello desde hace años, que llevan más de 20 al frente del Ayuntamiento, para evitar esquilmar los Pozos de Bernal y para que la desaladora ya contara con elementos de eficiencia energética para que el coste de producción fuera el menor posible”. “Qué clase de gobernantes tenemos que han esperado al ultimísimo momento para cumplir el objetivo de consumir el 100 por 100 del agua desalada que marca la Ley”, se ha preguntado.

Según un estudio de la OCU, con la aprobación de las nuevas tarifas, los almerienses, que pagan una media anual de 363 euros por el agua, van a pasar a pagar una media de 127 euros más al año, es decir, casi 500 euros al año en total. Esto, sumado a la subida del IBI, de más de 100 euros de media, supone que el PP, "el partido que dice apostar por bajar los impuestos, va a exprimir sin límite a los almerienses y sin pudor pues la alcaldesa prometió que no iba a subir los impuestos antes de las elecciones municipales". "Si para las familias y es una importante subida, para establecimientos de hostelería, peluquerías y gimnasios, va a representar un incremento brutal, casi inasumible", ha destacado.

El PP justifica la subida en que debe dar cumplimiento al Plan Hidrológico de las Cuencas Mediterráneas Andaluzas, pero poner en marcha todos los bastidores progresivamente es una obligación que conocía desde 2006, cuando se puso en marcha la desaladora de Almería, porque fue la condición para recibir la subvención europea y de la Junta de Andalucía que propició su construcción.

"Es lamentable que PP haya tenido la desaladora infrautilizada durante todo estos años mientras ha estado esquilmando los Pozos de Bernal hasta el punto de que se  declaró no apta para el consumo su agua y barrios como Castell del Rey y zonas de Pescadería estuvieron recibiendo agua potable a través de camiones cisterna". Precisamente por ello el Ayuntamiento debe a la Junta Central de Usuarios del Poniente Almeriense más de 5 millones de euros.

Por último, ha asegurado que “el PP en la Junta de Andalucía también ha demostrado su incapacidad para gestionar el agua, retrasando las obras de ampliación y de mejora energética prometidas para la desaladora de Almería”, cuyo proyecto, que no está ni redactado, acumula varios años de tardanza.