Desde hace más de 20 años, cada nuevo cargo del Partido Popular que llega a la Alcaldía de Almería anuncia un Plan Estratégico para afrontar los desafíos a los que debe hacer frente nuestra ciudad. Ya desde el año 2009, el ahora senador del PP, Luis Rogelio Rodríguez-Comendador, en su faceta de alcalde, anunciaba grandes cambios en la ciudad, con la puesta en marcha del Plan Urban, que permitiría colocar nuestro Casco Histórico "a la altura de los de otras ciudades europeas de similar población". "Hoy comenzamos a escribir un capítulo nuevo en el devenir de la ciudad", "un sueño que comienza por la regeneración del Casco Histórico”, dijo en su momento. Épico, sin duda, su fracaso.

Ya en este siglo, en el año 2019, el actual portavoz de las políticas privatizadoras de Moreno Bonilla en Andalucía, Ramón Fernández Pacheco -el de la confianza-, anunció la ejecución del Plan Estratégico Local Almería 2030, que comenzó a redactarse en 2016, y que empezaría con el desarrollo inminente del Plan Puerto-Ciudad, una vez elaboradas las bases de su Masterplan, al más puro estilo Groucho Marx. Dicho plan incluía un conjunto de actuaciones "para reconquistar el frente litoral", valoradas en 250 millones de euros, cuyas primeras obras veríamos en apenas un año. Hasta ahora, nada hemos visto.

El señor Pacheco invitaba a los almerienses a "sumarse al reto de planificar la ciudad del futuro", acompañado de su primera teniente alcalde y consejera delegada de la empresa municipal Almería 2030, María del Mar Vázquez. Ella misma, ya como alcaldesa también nos anima nuevamente a encontrar la ilusión en que esta Almería nuestra recupere vitalidad con un nuevo Plan Estratégico para el que ha convocado un concurso de ideas con el que "recontextualizar" nuestro Centro Histórico. 

Una foto más con la que ilustrar la incapacidad del PP para gobernar Almería, junto con las del carril absurdamente inhabilitado en El Paseo, el mastodonte del Mesón Gitano, las noches en blanco, negro y tecnicolor, y otras muchas ocurrencias que el PP ha puesto en marcha sin resultado alguno. La realidad es que esa sarta de acciones inconexas demuestran que su proyecto lleva muchos años agotado y que no cuentan con un modelo de ciudad que devuelva a Almería la capital perdida. Por suerte, hay alternativa y es socialista.